Viaje astral: la ciencia detrás de la experiencia extracorporal

¿Alguna vez has tenido la extraña sensación de flotar fuera de tu cuerpo mientras duermes? No estás solo. Según investigaciones recientes, aproximadamente una de cada diez personas experimenta al menos una vez en su vida lo que se conoce como «viaje astral» o «experiencia extracorporal». Este fenómeno, tan fascinante como controvertido, ha generado un intenso debate entre científicos, psicólogos y entusiastas de lo paranormal.

En este artículo, desentrañaremos el misterio detrás del viaje astral, exploraremos sus posibles explicaciones científicas y analizaremos por qué tantas personas alrededor del mundo reportan experiencias similares, incluso sin conocimiento previo del fenómeno. Te ofreceremos una perspectiva equilibrada, basada en la evidencia más actualizada, para que puedas formarte tu propia opinión sobre este enigmático suceso.

¿Qué es realmente un viaje astral?

El viaje astral, también conocido como proyección astral o experiencia extracorporal (EEC), es un fenómeno subjetivo en el que una persona percibe que su conciencia o «yo» se separa temporalmente de su cuerpo físico. Durante esta experiencia, la persona siente que puede observar el mundo desde una perspectiva externa a su cuerpo, a menudo describiendo la sensación de flotar o volar.

La característica más distintiva de este fenómeno es la autoscopia, es decir, la capacidad de verse a uno mismo desde fuera, como si el observador estuviera flotando por encima de su propio cuerpo. Muchas personas describen poder ver con claridad su cuerpo físico tumbado en la cama mientras ellas «flotan» en el techo de la habitación.

«El viaje astral es una experiencia fascinante que ha capturado la imaginación humana a lo largo de la historia. Aunque ha sido interpretado desde perspectivas espirituales y pseudocientíficas, los estudios neurocientíficos modernos ofrecen explicaciones alternativas basadas en mecanismos cerebrales.»

En términos coloquiales, podríamos describir el viaje astral como la sensación de que «nuestro espíritu abandona temporalmente el cuerpo», aunque esta explicación se aleja de las interpretaciones científicas actuales, como veremos más adelante.

Experiencia extracorporal.
Experiencia extracorporal. Imagen: The Conversation

Características principales del viaje astral

Las experiencias extracorporales suelen presentar los siguientes elementos comunes:

  • Sensación de separación: La persona percibe claramente que su conciencia se separa de su cuerpo físico.
  • Autoscopia: Capacidad de verse a uno mismo desde una perspectiva externa.
  • Libertad de movimiento: Sensación de poder desplazarse libremente, atravesar paredes o viajar a lugares distantes.
  • Alteración de la percepción temporal: El tiempo puede parecer más lento o más rápido.
  • Lucidez durante la experiencia: A diferencia de los sueños ordinarios, muchas personas reportan total claridad mental.
  • Regreso al cuerpo: La experiencia suele finalizar con la sensación de «reintegrarse» al cuerpo físico.

Es importante destacar que, aunque para quienes lo experimentan el viaje astral puede parecer completamente real, no existe evidencia científica que demuestre la separación literal de algún tipo de «cuerpo astral» o entidad energética del cuerpo físico. Las explicaciones científicas actuales apuntan a procesos neurológicos y psicológicos complejos, como veremos en secciones posteriores.

Historia y contexto cultural del viaje astral

Las experiencias extracorporales no son un fenómeno reciente. A lo largo de la historia, diversas culturas han documentado y teorizado sobre estas vivencias, atribuyéndoles diferentes significados según su contexto filosófico y espiritual.

El viaje astral en las antiguas civilizaciones

En el Antiguo Egipto, el concepto de «Ka» (una especie de doble espiritual) contemplaba la posibilidad de que este elemento pudiera separarse del cuerpo durante el sueño o en estados alterados de conciencia. Los textos funerarios egipcios, como el «Libro de los Muertos», describen detalladamente el viaje del alma después de la muerte, con muchas similitudes a lo que hoy llamaríamos viaje astral.

Las tradiciones chamánicas de diferentes partes del mundo, desde Siberia hasta las Américas, incluyen prácticas destinadas a facilitar el «viaje del espíritu» a otros mundos o dimensiones. Los chamanes utilizaban diversas técnicas, como tambores rítmicos, privación sensorial o plantas psicoactivas, para inducir estados en los que supuestamente su espíritu abandonaba el cuerpo para comunicarse con entidades espirituales o buscar conocimiento.

En la antigua India, los textos védicos y las tradiciones yóguicas hablan del concepto de «cuerpo sutil» (sukshma sharira) que puede separarse del cuerpo físico (sthula sharira) mediante prácticas específicas. El yoga nidra o «yoga del sueño consciente» se relaciona con estados similares a lo que hoy se describe como viaje astral.

El viaje astral en la época moderna

El término «viaje astral» ganó popularidad en el siglo XIX con el surgimiento de movimientos esotéricos como la Teosofía, fundada por Helena Blavatsky. Esta corriente fusionaba elementos de ocultismo occidental con filosofías orientales y proponía la existencia de múltiples dimensiones y cuerpos sutiles, entre ellos el «cuerpo astral».

En 1943, el investigador George N. M. Tyrrell introdujo el término más neutral «experiencia fuera del cuerpo» (out-of-body experience u OBE en inglés) en su libro «Apparitions», buscando una descripción menos cargada de connotaciones esotéricas.

Durante la década de 1960 y 1970, el fenómeno ganó especial atención con las obras de Robert Monroe, quien documentó sus propias experiencias extracorporales y fundó el Instituto Monroe para investigar estos estados. Monroe desarrolló una técnica llamada «Hemisync» que supuestamente facilitaba estas experiencias mediante patrones de sonido binaurales.

En Brasil, el médico y parapsicólogo Waldo Vieira publicó en 1986 «Projeciologia», donde documentó más de 1900 casos de supuestas proyecciones astrales procedentes de fuentes en 18 idiomas diferentes.

El viaje astral en la cultura popular

El concepto de viaje astral ha permeado profundamente la cultura popular, apareciendo en numerosas películas, series de televisión, novelas y videojuegos. Obras como «Insidious», «Doctor Extraño» o «Stranger Things» han representado versiones ficcionadas de este fenómeno, contribuyendo a su popularización.

Esta fascinación cultural refleja nuestro interés colectivo por trascender las limitaciones físicas y explorar la naturaleza de la conciencia humana, temas que han intrigado a la humanidad desde sus orígenes.

Síntomas y sensaciones durante la experiencia extracorporal

Las personas que han experimentado viajes astrales reportan una variedad de sensaciones físicas y perceptuales distintivas. Aunque cada experiencia es única, existen patrones comunes que se repiten en muchos testimonios.

Fase previa a la separación

Antes de la aparente separación del cuerpo físico, muchas personas describen sensaciones como:

  • Vibraciones intensas en todo el cuerpo o en partes específicas.
  • Zumbidos o sonidos de alta frecuencia.
  • Parálisis temporal o sensación de pesadez extrema.
  • Sensación de hormigueo generalizado.
  • Cambios en la percepción de la temperatura corporal.
  • Aceleración del ritmo cardíaco o sensación de latidos fuertes.

Esta fase, conocida a veces como «estado hipnagógico», ocurre en la transición entre la vigilia y el sueño, y es particularmente propicia para la aparición de experiencias extracorporales.

Durante la experiencia

Una vez que se produce la aparente separación, los individuos suelen reportar:

  • Sensación de flotación o ingravidez.
  • Visión en 360 grados o percepción ampliada.
  • Capacidad para atravesar objetos sólidos.
  • Claridad mental inusual.
  • Percepción alterada del tiempo (dilatación temporal).
  • Sensación de estar conectado a un «cordón energético» o «hilo plateado» que les une a su cuerpo físico.
  • Mayor intensidad de las emociones.

Javier García Campayo, catedrático de psiquiatría de la Universidad de Zaragoza, explica que «el viaje astral puede surgir a partir de otras experiencias, como tras haber realizado un gran esfuerzo físico, personas que han estado cerca de la muerte y hasta se puede inducir psicológicamente».

El regreso al cuerpo

El final de la experiencia suele caracterizarse por:

  • Sensación de «tirón» o de ser «succionado» de vuelta al cuerpo.
  • Sonido fuerte o «crujido» al reincorporarse.
  • Breve desorientación tras volver a la conciencia normal.
  • Incapacidad temporal para moverse (similar a la parálisis del sueño).
  • Sensación de euforia o paz profunda.
  • En algunos casos, ansiedad o miedo.

Caso de estudio: La experiencia de María

María, una profesora de 42 años de Madrid, nunca había oído hablar de viajes astrales cuando experimentó su primera EEC: «Estaba adormilándome cuando sentí como si todo mi cuerpo vibrara intensamente. De repente, me vi a mí misma desde el techo de mi habitación, observando mi cuerpo tumbado en la cama. Podía ver detalles de mi habitación que no habría podido ver desde mi posición en la cama. La experiencia duró unos minutos antes de sentir un ‘tirón’ que me devolvió a mi cuerpo. Al principio pensé que había sido un sueño muy vívido, pero la claridad y coherencia de la experiencia me hizo cuestionármelo.»

Este tipo de testimonios son comunes y, aunque subjetivamente parecen muy reales, la ciencia busca explicaciones basadas en procesos cerebrales conocidos, como veremos a continuación.

Explicaciones científicas del fenómeno

Desde la perspectiva científica actual, las experiencias extracorporales o viajes astrales pueden explicarse mediante diversos mecanismos neurológicos, psicológicos y perceptuales, sin necesidad de recurrir a explicaciones paranormales o sobrenaturales.

Hipótesis neurológicas

Disociación de los sistemas perceptuales

Una de las explicaciones más aceptadas sugiere que las experiencias extracorporales son el resultado de una disociación temporal entre diferentes sistemas de procesamiento sensorial en el cerebro. Nuestro sentido de ubicación espacial y propiocepción (la percepción de la posición del cuerpo) depende de la integración coherente de información visual, vestibular (equilibrio) y somatosensorial (tacto, temperatura, etc.).

Cuando se produce un desajuste o conflicto entre estos sistemas, el cerebro puede generar una experiencia extracorporal como «solución» a la información contradictoria que está recibiendo.

Actividad anormal en la unión temporoparietal

Investigaciones lideradas por el neurocientífico Olaf Blanke de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza) han identificado la unión temporoparietal como el área cerebral clave en la generación de experiencias extracorporales. Esta región integra información de múltiples sentidos para crear nuestra percepción normal de estar «dentro» de nuestro cuerpo.

En un estudio pionero publicado en 2002, Blanke y su equipo lograron inducir una experiencia extracorporal en una paciente epiléptica mediante la estimulación eléctrica del giro angular derecho, una parte de la unión temporoparietal. La paciente informó que sentía estar «flotando cerca del techo» y que podía ver su propio cuerpo desde arriba.

Estos hallazgos sugieren que las experiencias extracorporales espontáneas podrían estar relacionadas con actividad anormal o desincronización en estas áreas cerebrales.

Factores psicológicos y situacionales

Diversos factores pueden aumentar la probabilidad de experimentar un viaje astral:

  • Estados de transición entre vigilia y sueño: El estado hipnagógico (al quedarse dormido) y el hipnopómpico (al despertar) son especialmente propicios.
  • Privación de sueño: Puede alterar los patrones normales de actividad cerebral.
  • Estrés intenso o trauma: Situaciones de peligro extremo o estrés agudo.
  • Medicamentos y sustancias psicoactivas: Ciertos anestésicos, psicodélicos y otras sustancias pueden desencadenar estas experiencias.
  • Meditación profunda: Prácticas contemplativas intensas pueden alterar la percepción corporal.
  • Situaciones cercanas a la muerte: Un porcentaje significativo de personas que han estado cerca de morir reportan experiencias extracorporales.

Modelo de integración multisensorial

El neurocientífico Henrik Ehrsson de la Universidad de Estocolmo ha propuesto que nuestra percepción de estar «dentro» del cuerpo es el resultado de una constante integración multisensorial. Su equipo ha logrado inducir ilusiones de propiedad corporal (la sensación de que un objeto externo forma parte de nuestro cuerpo) y experiencias extracorporales en laboratorio mediante manipulación de estímulos visuales y táctiles.

En uno de sus experimentos, los participantes veían a través de gafas de realidad virtual una imagen de su propia espalda mientras los investigadores tocaban simultáneamente su espalda real. Esta sincronización de estímulos visuales y táctiles creaba la ilusión de estar fuera del propio cuerpo.

Estos experimentos demuestran que nuestra percepción de estar «dentro» del cuerpo no es fija e inmutable, sino una construcción dinámica del cerebro que puede ser alterada en determinadas circunstancias.

Neurociencia de la consciencia. Imagen: Neuroscience News

La neurociencia detrás de las experiencias extracorporales

La investigación neurocientífica moderna ha arrojado luz sobre los mecanismos cerebrales que podrían estar implicados en las experiencias extracorporales, alejándose de explicaciones sobrenaturales y ofreciendo un marco explicativo basado en la evidencia.

El papel del giro angular y la unión temporoparietal

El trabajo del Dr. Olaf Blanke y su equipo ha sido fundamental para comprender la base neural de las experiencias extracorporales. Sus investigaciones han identificado consistentemente la unión temporoparietal (UTP), particularmente el giro angular derecho, como el área cerebral crítica en la generación de estas experiencias.

La UTP es una región cerebral que integra información de múltiples modalidades sensoriales:

  • Información visual.
  • Señales vestibulares (equilibrio).
  • Información propioceptiva (posición del cuerpo).
  • Señales táctiles.

Esta integración multisensorial es esencial para crear nuestra percepción normal de estar «dentro» de nuestro cuerpo. Cuando se produce una desincronización o alteración en esta integración, pueden surgir experiencias extracorporales.

Estudios con estimulación cerebral directa

En un caso clínico paradigmático, Blanke y su equipo trabajaban con una paciente epiléptica de 43 años que requería cirugía. Al estimular eléctricamente el giro angular derecho, la paciente reportó: «Me veo a mí misma en la cama, pero solo veo mis piernas y la parte inferior de mi cuerpo. Estoy flotando cerca del techo». Al aumentar la intensidad de la estimulación, la paciente experimentó la sensación de estar «ligera» y «flotar» cada vez más alto.

Este hallazgo revolucionario demostró que es posible inducir artificialmente experiencias similares a los viajes astrales mediante la estimulación de áreas cerebrales específicas, sugiriendo un origen neurológico para estas experiencias.

Experimentos con realidad virtual

Investigadores como Henrik Ehrsson y el propio Blanke han desarrollado protocolos experimentales utilizando realidad virtual para inducir experiencias extracorporales en sujetos sanos.

En estos experimentos:

  1. Los participantes usan gafas de realidad virtual que muestran imágenes de su propio cuerpo desde atrás.
  2. Los investigadores tocan simultáneamente el cuerpo real del participante y el cuerpo virtual visible en las gafas.
  3. Esta sincronización crea la ilusión de estar fuera del propio cuerpo.

Estos experimentos demuestran que la percepción de estar «dentro» del cuerpo es una construcción neural que puede ser manipulada, y no una realidad fija e inmutable.

Neuroimagen de experiencias extracorporales

Los estudios de neuroimagen han mostrado patrones distintivos de actividad cerebral durante las experiencias extracorporales:

  • Hiperactividad en la unión temporoparietal.
  • Activación anormal en la corteza vestibular.
  • Patrones alterados en la corteza insular, relacionada con la conciencia corporal.
  • Activación en áreas de la corteza visual incluso con los ojos cerrados.

Un estudio de la Universidad de Ottawa encontró que «los cambios funcionales del cerebro asociados con la experiencia extracorporal eran diferentes a los observados en las imágenes motrices. Las activaciones eran principalmente del lado derecho e involucraban el área motora suplementaria derecha y los giros supramarginal y posterior temporal superior».

Teoría del desacoplamiento cuerpo-yo

El neurocientífico Thomas Metzinger ha propuesto la «teoría del desacoplamiento cuerpo-yo», que sugiere que las experiencias extracorporales ocurren cuando el modelo mental que tenemos de nuestro cuerpo se desacopla temporalmente del modelo que tenemos de nuestro «yo» o identidad.

En condiciones normales, estos dos modelos están perfectamente alineados, creando la sensación de que «somos» nuestro cuerpo. Pero bajo ciertas circunstancias (alteraciones neurológicas, estados hipnagógicos, etc.), pueden desacoplarse, resultando en la sensación de que nuestro «yo» está separado de nuestro cuerpo físico.

Implicaciones para la comprensión de la conciencia

La investigación sobre las experiencias extracorporales tiene implicaciones profundas para nuestra comprensión de la conciencia humana:

  • Demuestra que nuestra percepción de estar «dentro» del cuerpo es una construcción neural que puede alterarse.
  • Sugiere que la conciencia corporal es distinta de la conciencia de nuestra identidad o «yo».
  • Ofrece una ventana para estudiar cómo el cerebro construye nuestra experiencia subjetiva del mundo.

Como señala el Dr. Blanke: «Estos estudios nos ayudan a entender cómo el cerebro crea el sentido de identidad y ubicación espacial, funciones fundamentales para la experiencia consciente humana».

Métodos populares para inducir el viaje astral

Aunque desde la perspectiva científica no existe evidencia de que se produzca una separación literal entre conciencia y cuerpo, numerosas técnicas se han desarrollado a lo largo de la historia con el objetivo de facilitar las experiencias extracorporales. Estas técnicas, independientemente de su interpretación, pueden efectivamente alterar los estados de conciencia y potencialmente inducir experiencias subjetivas similares a los viajes astrales.

Técnica de relajación progresiva

Este método, desarrollado originalmente por el Dr. Edmund Jacobson para tratar la ansiedad, ha sido adaptado para facilitar experiencias extracorporales:

  1. Acuéstate en una posición cómoda en un lugar tranquilo y sin distracciones.
  2. Comienza con respiraciones profundas, inhalando por la nariz y exhalando lentamente por la boca.
  3. Relaja progresivamente cada grupo muscular, desde los pies hasta la cabeza.
  4. Mantén la mente alerta mientras el cuerpo se relaja profundamente.
  5. Visualiza que flotas gradualmente por encima de tu cuerpo.

Esta técnica busca crear el estado de «mente despierta, cuerpo dormido» que muchos practicantes consideran ideal para las experiencias extracorporales.

Método de William Buhlman

William Buhlman, autor de «Aventuras fuera del cuerpo», popularizó esta técnica basada en la repetición de afirmaciones:

  1. Relájate completamente mientras te estás quedando dormido.
  2. Repite mentalmente: «Me mantengo consciente mientras mi cuerpo duerme».
  3. Visualiza un lugar que te gustaría visitar.
  4. Si sientes vibraciones o sensaciones de flotar, no te asustes y deja que la experiencia se desarrolle.

Buhlman enfatiza la importancia de la práctica regular y la paciencia, señalando que pueden ser necesarios varios intentos antes de experimentar resultados.

Técnica de proyección desde el estado de sueño lúcido

Este método aprovecha el estado de sueño lúcido (ser consciente de que estás soñando mientras sueñas) como punto de partida:

  1. Desarrolla la capacidad de tener sueños lúcidos mediante técnicas como verificaciones regulares de realidad durante el día.
  2. Una vez dentro de un sueño lúcido, recuerda tu intención de tener una experiencia extracorporal.
  3. Visualiza tu cuerpo físico durmiendo en la cama.
  4. Intenta «volver» a tu cuerpo físico y luego «salir» de él conscientemente.

Este enfoque se basa en la similitud entre los estados neurológicos del sueño lúcido y las experiencias extracorporales.

Técnica de Robert Monroe (Hemisync)

Robert Monroe, fundador del Instituto Monroe, desarrolló una técnica basada en patrones de sonido binaurales llamada Hemisync:

  1. Escucha grabaciones de audio con patrones binaurales específicos (diferentes frecuencias en cada oído).
  2. Estos patrones supuestamente sincronizan ambos hemisferios cerebrales.
  3. Sigue las instrucciones guiadas para alcanzar estados alterados de conciencia.
  4. Gradualmente, progresa hacia estados más profundos que potencialmente facilitan la experiencia extracorporal.

El Instituto Monroe afirma que «la inducción con ondas binaurales de 4 hercios es efectiva para inducir una EEC», aunque la evidencia científica sobre la eficacia de esta técnica es limitada.

Factores que pueden facilitar las experiencias extracorporales

Diversos factores pueden aumentar la probabilidad de experimentar un viaje astral:

  • Practicar en las primeras horas de la mañana o después de 4-6 horas de sueño, cuando el ciclo REM es más intenso.
  • Mantener un diario de sueños para aumentar la conciencia durante los estados oníricos.
  • Crear un ambiente propicio: habitación oscura, temperatura agradable, ausencia de distracciones.
  • Posición corporal cómoda que no cause molestias pero evite quedarse dormido completamente.
  • Alimentación ligera antes de practicar (evitar comidas pesadas o estimulantes).

Precauciones importantes

Aunque las experiencias extracorporales no se consideran peligrosas desde la perspectiva científica, es importante tener en cuenta algunas precauciones:

  • Las personas con trastornos psiquiátricos, especialmente aquellas propensas a la despersonalización o desrealización, deberían consultar con un profesional antes de intentar estas técnicas.
  • Las experiencias pueden resultar emocionalmente intensas para algunas personas.
  • No se recomienda practicar bajo los efectos de alcohol u otras sustancias.
  • Es importante distinguir entre experiencias subjetivas y realidad objetiva para evitar conclusiones erróneas.

Como señala el psiquiatra Javier García Campayo, «no hay nada de qué preocuparse, ya que no puede ocurrir nada adverso durante la experiencia fuera del cuerpo».

Diferencias entre viaje astral, sueños lúcidos y alucinaciones

A menudo se confunden diferentes estados alterados de conciencia, pero existen diferencias significativas entre el viaje astral, los sueños lúcidos y las alucinaciones. Comprender estas distinciones es crucial para contextualizar adecuadamente las experiencias extracorporales.

Viaje astral vs. sueño lúcido

Aunque ambos fenómenos comparten algunas características, existen diferencias clave:

Viaje astralSueño lúcido
Sensación de separación del cuerpo físicoConciencia de estar soñando mientras se sueña
Percepción del entorno real (autoscopia)Percepción de un entorno onírico (creado por la mente)
Comienza generalmente desde el estado de vigilia o «despertar falso»Ocurre durante el sueño REM
Sensación de «salir» y «volver» al cuerpoNo hay sensación de separación corporal
Menor control sobre la experiencia en principiantesMayor control sobre el entorno onírico

Como explica un estudio del Instituto Internacional de Proyecciología y Concienciología: «La experiencia extracorporal es un fenómeno distinto al de un sueño ordinario o un sueño lúcido ya que no es un evento imaginario. Durante el sueño actuamos simplemente como observadores y no interactuamos en la acción, sin embargo durante la proyección astral somos parte activa de la situación».

Sin embargo, desde la perspectiva científica, tanto los sueños lúcidos como las experiencias extracorporales son fenómenos subjetivos generados por el cerebro, aunque involucran diferentes redes neuronales y mecanismos.

Viaje astral vs. alucinaciones

Las alucinaciones son percepciones sensoriales que ocurren sin un estímulo externo correspondiente. Aunque las experiencias extracorporales podrían considerarse un tipo específico de experiencia alucinatoria, existen importantes diferencias:

Viaje astralAlucinaciones
Experiencia coherente y estructuradaA menudo fragmentadas y caóticas
El individuo generalmente mantiene lucidez mentalPuede haber confusión mental significativa
Suele ocurrir en estados específicos (hipnagógico/hipnopómpico)Pueden ocurrir en diversos estados, incluyendo plena vigilia
La persona puede recordar claramente la experienciaEl recuerdo puede ser confuso o parcial
Sensación específica de desdoblamiento o separaciónAmplio rango de experiencias sensoriales alteradas
Raramente asociadas a patologías en personas sanasPueden indicar trastornos neurológicos o psiquiátricos

La investigadora Susan Blackmore, quien ha estudiado extensamente estos fenómenos, inicialmente creyó en la realidad literal de sus propias experiencias extracorporales, pero posteriormente concluyó que son «ilusiones generadas por alteraciones del sentido de identidad».

Viaje astral vs. parálisis del sueño

La parálisis del sueño es un fenómeno en el que una persona, al despertar o al quedarse dormida, es consciente pero incapaz de moverse. A menudo se acompaña de alucinaciones vívidas y sensación de presencia amenazante.

Viaje astralParálisis del sueño
Sensación de movimiento libre fuera del cuerpoIncapacidad total para moverse
Generalmente no asociada con miedo (salvo en principiantes)Frecuentemente acompañada de terror intenso
Sensación de salir del cuerpoSensación de estar atrapado en el cuerpo
Puede ser inducida voluntariamente con prácticaOcurre involuntariamente
Termina con la sensación de «volver» al cuerpoTermina cuando el cerebro completa la transición entre estados de sueño

Es interesante notar que algunas personas utilizan la parálisis del sueño como «puerta de entrada» para inducir experiencias extracorporales, aprovechando el estado de disociación que se produce.

El continuo de los estados alterados de conciencia

Desde una perspectiva neurocientífica, estos fenómenos pueden entenderse como parte de un continuo de estados alterados de conciencia, cada uno con sus propias características neurofisiológicas:

  1. Vigilia normal: Plena conciencia del entorno y del cuerpo.
  2. Estado hipnagógico: Transición de vigilia a sueño, propicio para experiencias extracorporales.
  3. Sueño no-REM: Reducción de la conciencia, sin sueños vívidos.
  4. Sueño REM: Alta actividad cerebral, sueños vívidos.
  5. Sueño lúcido: Conciencia dentro del estado de sueño REM.
  6. Experiencia extracorporal: Disociación entre la percepción corporal y la identidad del «yo».
  7. Alucinaciones: Percepciones sin correspondencia con la realidad externa.

Estos estados no son categorías rígidas sino que existen en un espectro, con posibles superposiciones y transiciones entre ellos.

Unión temporoparietal del cerebro, buscando el lugar donde ocurre el viaje astral en el cerebro humano
Unión temporoparietal del cerebro. Image: Neuro-Class

Investigaciones científicas actuales

La investigación científica sobre las experiencias extracorporales ha avanzado significativamente en las últimas décadas, alejándose de enfoques parapsicológicos y centrándose en metodologías rigurosas de neurociencia cognitiva. Estos estudios están ayudando a comprender mejor no solo las EEC, sino también aspectos fundamentales de la conciencia humana.

Los estudios pioneros de Olaf Blanke

El neurocientífico Olaf Blanke y su equipo del Laboratorio de Neurociencia Cognitiva de la Escuela Politécnica Federal de Lausana han sido pioneros en la investigación moderna sobre experiencias extracorporales. Sus estudios se han centrado en:

  1. Pacientes con epilepsia: Descubrieron que la estimulación eléctrica de la unión temporoparietal puede inducir sensaciones de flotación y autoscopia.
  2. Experimentos con realidad virtual: Desarrollaron protocolos para inducir ilusiones de propiedad corporal y experiencias extracorporales en personas sanas mediante manipulación de información visual y táctil.
  3. Estudios de neuroimagen: Identificaron los circuitos cerebrales involucrados en nuestra percepción de estar «dentro» del cuerpo.

En 2002, durante una evaluación prequirúrgica de una paciente epiléptica, Blanke y su equipo descubrieron que la estimulación eléctrica del giro angular derecho provocaba en la paciente la sensación de estar flotando cerca del techo. Este hallazgo revolucionario proporcionó la primera evidencia directa de que las experiencias extracorporales podrían tener una base neurológica específica.

El estudio de Ehrsson: induciendo EEC en laboratorio

En 2007, el investigador sueco Henrik Ehrsson publicó en la revista Science un estudio revolucionario donde logró inducir experiencias similares a las EEC en voluntarios sanos mediante un ingenioso montaje de realidad virtual:

  1. Los participantes usaban gafas de realidad virtual conectadas a cámaras ubicadas 2 metros detrás de ellos.
  2. Veían su propio cuerpo desde atrás mientras los investigadores tocaban simultáneamente su pecho real y realizaban un movimiento similar cerca de la cámara.
  3. Esta sincronización creaba la ilusión de estar ubicado donde estaban las cámaras, fuera de su propio cuerpo.

Ehrsson diseñó una prueba objetiva para verificar la ilusión: cuando amenazaba el «cuerpo virtual» del participante con un martillo, se registraban respuestas de sudoración en la piel similares a las que ocurrirían si se amenazara su cuerpo real, demostrando que la ilusión tenía efectos mesurables.

Investigaciones del Instituto Monroe

El Instituto Monroe, fundado por Robert Monroe tras sus experiencias personales con viajes astrales, ha desarrollado tecnología de patrones de sonido binaurales (Hemisync) que supuestamente facilitan estados alterados de conciencia, incluyendo experiencias extracorporales.

Aunque el enfoque del Instituto Monroe ha sido criticado por algunos científicos por falta de rigor metodológico, sus técnicas han sido objeto de algunos estudios controlados. Un estudio publicado en el Journal of Nervous and Mental Disease encontró que los participantes que escucharon grabaciones de Hemisync reportaron más experiencias alteradas de conciencia que un grupo de control, aunque los resultados sobre experiencias extracorporales específicas fueron menos concluyentes.

Investigaciones sobre experiencias cercanas a la muerte (ECM)

Las experiencias cercanas a la muerte a menudo incluyen elementos de experiencias extracorporales, como la sensación de flotar sobre el propio cuerpo y observar procedimientos médicos desde arriba. El cardiólogo holandés Pim van Lommel ha realizado estudios prospectivos con supervivientes de paradas cardíacas, encontrando que aproximadamente el 18% reportaba experiencias de este tipo.

Un estudio realizado por Sam Parnia y su equipo, conocido como AWARE (AWAreness during REsuscitation), intentó verificar objetivamente las afirmaciones de percepción visual durante ECM colocando imágenes ocultas en los techos de salas de reanimación. Aunque algunos pacientes reportaron experiencias extracorporales, ninguno pudo identificar las imágenes ocultas, lo que plantea dudas sobre la naturaleza literal de estas percepciones.

Investigación con tecnología de neuroimagen avanzada

Los avances en tecnología de neuroimagen están permitiendo estudiar en tiempo real lo que ocurre en el cerebro durante experiencias extracorporales:

  • Resonancia magnética funcional (fMRI): Permite visualizar qué áreas cerebrales se activan durante estas experiencias.
  • Electroencefalografía de alta densidad (HD-EEG): Ofrece información temporal precisa sobre la actividad eléctrica cerebral.
  • Magnetoencefalografía (MEG): Detecta los campos magnéticos generados por la actividad neuronal.

Un estudio reciente utilizando estas tecnologías encontró patrones distintivos de actividad en la unión temporoparietal, la corteza insular y las áreas frontales durante experiencias extracorporales inducidas experimentalmente.

Investigación sobre predisposición genética

Algunos estudios sugieren que podría existir una predisposición genética a experimentar EEC. Un estudio con gemelos encontró mayor concordancia en la ocurrencia de experiencias extracorporales entre gemelos idénticos que entre gemelos fraternos, sugiriendo un componente hereditario.

Investigadores de la Universidad de Edimburgo han identificado variantes genéticas específicas relacionadas con la propensión a experimentar estados disociativos, que podrían estar vinculadas a una mayor facilidad para tener experiencias extracorporales.

Aplicaciones clínicas emergentes

La investigación sobre experiencias extracorporales está comenzando a encontrar aplicaciones clínicas prometedoras:

  • Tratamiento del dolor crónico: Técnicas basadas en la alteración de la percepción corporal.
  • Terapia para trastornos de ansiedad: Especialmente fobias y trastorno de pánico.
  • Rehabilitación después de accidentes cerebrovasculares: Para pacientes con alteraciones en la percepción corporal.
  • Comprensión de trastornos psiquiátricos: Como la esquizofrenia y los trastornos disociativos.

Como concluye un artículo reciente sobre el tema: «El estudio de las experiencias extracorporales ofrece una ventana única para comprender cómo el cerebro construye nuestra percepción de nosotros mismos y nuestro lugar en el mundo, con potenciales aplicaciones que van mucho más allá de la mera curiosidad sobre fenómenos inusuales».

Conclusiones: ¿fenómeno paranormal o experiencia neurológica?

Tras analizar la evidencia científica disponible y las diferentes perspectivas sobre el viaje astral, podemos extraer algunas conclusiones importantes que nos ayudan a contextualizar este fascinante fenómeno.

La perspectiva científica actual

La ciencia contemporánea, especialmente la neurociencia cognitiva, ofrece una explicación cada vez más sólida de las experiencias extracorporales basada en procesos cerebrales conocidos:

  1. Las EEC parecen surgir de una desincronización temporal entre diferentes sistemas de procesamiento sensorial en el cerebro, particularmente en la unión temporoparietal.
  2. La capacidad de inducir artificialmente experiencias similares mediante estimulación eléctrica cerebral o técnicas de realidad virtual sugiere fuertemente un origen neurológico.
  3. Los estudios de neuroimagen muestran patrones distintivos de actividad cerebral durante estas experiencias, consistentes con alteraciones en los circuitos que generan nuestra percepción normal de estar «dentro» del cuerpo.
  4. Las similitudes entre las EEC y otros fenómenos neurológicos conocidos (como la heautoscopia, los sueños lúcidos o ciertas alucinaciones) sugieren que forman parte de un espectro de alteraciones en la percepción corporal y la conciencia del yo.

Como señala el neurocientífico Olaf Blanke: «Estas experiencias revelan aspectos fundamentales sobre cómo el cerebro construye nuestra percepción de estar encarnados en un cuerpo, algo que normalmente damos por sentado».

El valor de las interpretaciones culturales y espirituales

Sin embargo, reconocer la base neurológica de las experiencias extracorporales no significa descartar por completo el valor de las interpretaciones culturales y espirituales que diversas tradiciones han desarrollado a lo largo de la historia:

  1. Estas experiencias pueden tener un profundo impacto psicológico y existencial en quienes las viven, independientemente de su mecanismo subyacente.
  2. Las interpretaciones espirituales pueden proporcionar marcos de significado que ayudan a las personas a integrar estas experiencias inusuales en su visión del mundo.
  3. El estudio de cómo diferentes culturas han interpretado las EEC nos ofrece valiosas perspectivas antropológicas sobre la diversidad de la experiencia humana y nuestros intentos de comprender fenómenos inusuales.

La falsa dicotomía entre ciencia y experiencia subjetiva

Es importante superar la falsa dicotomía que a menudo se establece entre las explicaciones científicas y la validez de la experiencia subjetiva:

  1. Que las experiencias extracorporales tengan una base neurológica no las hace menos significativas o transformadoras para quienes las experimentan.
  2. La explicación científica no «reduce» la experiencia, sino que nos ayuda a comprenderla mejor dentro del contexto de cómo funciona nuestro cerebro y nuestra mente.
  3. El enfoque científico nos permite estudiar estos fenómenos sin prejuicios ni asunciones sobrenaturales, pero también con respeto por la profundidad de la experiencia humana.

Como afirma el psicólogo y neurocientífico David Eagleman: «La realidad que experimentamos es una construcción activa del cerebro. Entender los mecanismos neurales subyacentes no disminuye el asombro, sino que lo profundiza».

El viaje astral como ventana a la conciencia humana

Quizás el aspecto más valioso del estudio de las experiencias extracorporales es lo que nos revelan sobre la naturaleza de la conciencia humana:

  1. Demuestran que nuestra percepción de estar «dentro» de nuestro cuerpo no es una realidad inmutable, sino una construcción dinámica del cerebro que puede alterarse.
  2. Nos muestran que la conciencia del yo y la conciencia corporal son procesos disociables, aunque normalmente estén perfectamente integrados.
  3. Ofrecen un campo de estudio privilegiado para investigar cómo el cerebro construye nuestra experiencia subjetiva del mundo y de nosotros mismos.
  4. Sugieren que la flexibilidad de la conciencia humana es mucho mayor de lo que habitualmente reconocemos en nuestra experiencia cotidiana.

Una postura equilibrada

Una postura equilibrada sobre el viaje astral reconocería que:

  1. La evidencia científica actual apunta claramente hacia mecanismos neurológicos como base de estas experiencias, sin necesidad de recurrir a explicaciones sobrenaturales o paranormales.
  2. Al mismo tiempo, estas experiencias pueden ser profundamente significativas, genuinas y transformadoras para quienes las viven.
  3. El estudio riguroso de estos fenómenos, lejos de «desmitificarlos», nos ayuda a apreciar mejor la asombrosa complejidad del cerebro humano y de nuestra experiencia consciente.

Como concluye el físico y divulgador científico Eugenio M. Fernández Aguilar: «Aunque la idea de que el cuerpo astral pueda separarse del cuerpo físico es fascinante, no hay evidencia empírica que respalde esta posibilidad. Los científicos han buscado explicaciones más racionales para las experiencias extracorporales, centrándose en factores psicológicos y neurológicos».

El viaje astral, sea cual sea su naturaleza última, sigue siendo un fascinante objeto de estudio que nos invita a cuestionar nuestras asunciones sobre la conciencia y a explorar los límites de la experiencia humana.

Preguntas frecuentes sobre el viaje astral

¿Es peligroso intentar tener un viaje astral?

Desde la perspectiva científica, intentar inducir experiencias extracorporales no se considera peligroso para personas sanas. No hay evidencia de que estas experiencias puedan causar daño físico o neurológico. Como explica el psiquiatra Javier García Campayo: «No hay nada de qué preocuparse, ya que no puede ocurrir nada adverso durante la experiencia fuera del cuerpo».

Sin embargo, hay algunas consideraciones importantes:

  • Personas con antecedentes de trastornos psiquiátricos, especialmente trastornos disociativos, deberían consultar con un profesional antes de intentar estas prácticas.
  • Las experiencias pueden resultar emocionalmente intensas y, en ocasiones, generar ansiedad, especialmente en primeros episodios.
  • Es importante mantener una actitud equilibrada y no desarrollar creencias excesivamente rígidas basadas únicamente en estas experiencias subjetivas.

¿Cómo puedo saber si he tenido un viaje astral o solo fue un sueño vívido?

Distinguir entre una experiencia extracorporal y un sueño vívido puede ser difícil, ya que ambos son experiencias subjetivas. Sin embargo, algunas características típicas de las EEC incluyen:

  • Claridad mental excepcional durante la experiencia, a diferencia de la confusión típica de los sueños.
  • Percepción coherente del entorno real (por ejemplo, ver detalles de la habitación que coinciden con la realidad).
  • Sensación específica de separación del cuerpo físico.
  • Recuerdo vívido y detallado de la experiencia al despertar.
  • Sensaciones características como vibraciones, zumbidos o la impresión de «salir» y «volver» al cuerpo.

Desde una perspectiva científica, ambos fenómenos involucran estados alterados de conciencia generados por el cerebro, aunque con patrones de actividad neural diferentes.

¿Qué porcentaje de la población experimenta viajes astrales?

Según diversos estudios, entre un 8% y un 15% de la población general reporta haber experimentado al menos una experiencia extracorporal a lo largo de su vida. La investigadora Susan Blackmore afirma que «aproximadamente una de cada diez personas ha experimentado alguna vez una experiencia fuera del cuerpo a lo largo de su vida».

La prevalencia varía según factores como:

  • Edad: Son más comunes en adultos jóvenes.
  • Cultura: En algunas sociedades donde estas experiencias son reconocidas y valoradas, los reportes son más frecuentes.
  • Otros factores: Personas con alta capacidad de absorción psicológica, creatividad y propensión a experiencias disociativas tienden a reportar más EEC.

¿Se ha podido comprobar científicamente que alguien pueda percibir información real durante un viaje astral?

A pesar de numerosos intentos, no existe evidencia científica sólida que demuestre que durante una experiencia extracorporal se pueda percibir información real que sería imposible obtener por medios sensoriales normales.

Estudios como el proyecto AWARE (AWAreness during REsuscitation), liderado por Sam Parnia, intentaron verificar las afirmaciones de pacientes que reportaban experiencias extracorporales durante paradas cardíacas colocando imágenes en lugares solo visibles desde el techo. Aunque algunos pacientes reportaron la sensación de flotar, ninguno pudo identificar correctamente las imágenes ocultas.

La mayoría de los casos anecdóticos de «verificación» pueden explicarse por:

  • Información previamente conocida pero no recordada conscientemente.
  • Inferencias lógicas basadas en conocimiento previo.
  • Coincidencias aleatorias que se recuerdan selectivamente.
  • Reconstrucción de memoria posterior al evento.

¿Se pueden inducir viajes astrales mediante sustancias psicoactivas?

Diversas sustancias psicoactivas pueden provocar experiencias similares a las EEC, entre ellas:

  • Ketamina: Un anestésico disociativo que puede producir intensas sensaciones de separación corporal.
  • DMT (dimetiltriptamina): Presente en preparaciones como la ayahuasca, puede inducir experiencias de «viaje» fuera del cuerpo.
  • Salvia divinorum: Conocida por producir intensas experiencias disociativas de corta duración.
  • Algunas feniletilaminas psicodélicas como la mescalina o 2C-B.

Estas sustancias actúan alterando la actividad normal del cerebro, particularmente en áreas relacionadas con la integración sensorial y la percepción corporal. Sin embargo, el uso de estas sustancias conlleva riesgos significativos y, en muchos países, implicaciones legales.

Técnicas para tener sueños lúcidos. Imagen: Dreamtold

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